Como una forma de contribuir a la discusión acerca de la difusión del poder simbólico del inglés en Colombia a través del Plan Nacional de Bilingüismo, este artículo busca despertar la conciencia acerca de dos aspectos fundamentales: 1) Colombia tiene una variedad de idiomas que deberían ser vistos como recursos y no como problemas (Ruiz, 1984) y 2) existe un patrón en relación con las políticas lingüísticas en nuestro gobierno que tienden a favorecer las élites. La gran conclusión es que no ha cambiado mucho en la planeación lingüística en Colombia desde la colonización española donde los grupos privilegiados legislaban para favorecerse a ellos mismos. Este tipo de actitudes contribuye a agrandar la brecha entre quienes lo tienen todo y quienes no tienen nada.
As a contribution to enhance the discussion about the spread of the symbolic power of English in Colombia through a National Bilingual Policy, this paper aims at raising awareness about two main aspects: 1) Colombia has a variety of languages that should be seen as resources and not as problems (Ruíz, 1984) and 2) There is a pattern in our government language policies that tends to favor the elite. The conclusion of this paper is that not much has changed in the linguistic planning in Colombia since the Spanish colonization; privileged groups continue to legislate to favor privileged groups. This approach contributes to enlarge the gap between the haves and the haves not in Colombia.
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