En los años 40, con una batuta en la mano (y un chihuahua en la otra) fue un célebre director de orquesta. Hollywood adoptó al Rey de la Rumba, que aumentó fama y fortuna entre sus estrellas como Lana Turner o Frank Sinatra. Sus relaciones con la mafia y su fama de mujeriego ampliaron la leyenda de este gerundense universal. Recordamos a Xavier Cugat en el 25º aniversario de su muerte.
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