El hombre es de por sí comunitario, ya que sin nuestros semejantes sería imposible la vida humana. Desde los inicios de la humanidad ha requerido de la compañía, colaboración y aceptación de otros seres semejantes a él. La afinidad de pensamiento, territorio, defensa, religiones... son algunos aglutinantes de los clanes, las tribus, los grupos, sectas, partidos, movimientos y de muchas otras organizaciones que conocemos. Todos ellos tienen un pensamiento de cómo los hombres debemos vivir y luchan por lo que creemos verdadero y beneficioso para nuestra comunidad.
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