En la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, el papa Francisco (No.184) nos dice: “ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio de la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones para los problemas contemporáneos. Puedo repetir aquí lo que lúcidamente indicaba Pablo VI “frente a las situaciones tan diversas, nos es difícil pronunciar una palabra única como también proponer una solución con valor universal. No es éste nuestro propósito ni tampoco nuestra misión. Incumbe a las comunidades cristianas analizar con objetividad la solución propia de su país” (Carta apostólica octogésima adveniens, No.4).
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados