El ensayo examina la figura del Príncipe de Canosa desde el ángulo de su actividad política, pues fue ministro de Policía durante la Restauración del Reino de las Dos Sicilias tras el Congreso de Viena, e intelectual, ya que desarrolló una crítica a las conclusiones del Congreso de Viena. La confrontación con el poderoso canciller austriaco Clemente Metternich está en el origen de una vida azarosa que le obligó incluso al exilio de Nápoles. El Príncipe de Canosa peregrinó entonces por varias ciudades de los Estados italianos y finalmente se estableció en el Ducado de Módena, donde con el apoyo del Duque reinante, Francisco IV de Austria-Este, inició una campaña publicitaria en favor del legitimismo y contra su principal enemigo: el liberalismo. Su presencia en Módena le permitió además entrar en contacto con los ambientes tradicionalistas del Ducado, desarrollando así una batalla intelectual contra lo que consideraba el error revolucionario.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados