Las amenazas que se ciernen sobre una de las obras de arquitectura militar más notables de todos los tiempos son múltiples: la erosión, los actos vandálicos y la ausencia de un programa sólido de conservación han hecho que, de los 21.000 kilómetros que forman la Gran Muralla, casi 2.000 hayan desaparecido. ¿Es posible salvar lo que queda de ella?
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