¿Por qué perder el tiempo con un diputado cuando es posible dirigirse directamente a los que tienen el poder? En un restaurante chic de Bruselas, el �lobista� Erik Polnius no se anda con rodeos. "Para mí hay dos tipos de �lobistas�: primero, los que, cuando tienen una propuesta de texto, van a ver a un miembro del Parlamento�". Una mueca burlona sugiere lo que le inspira esta manera de proceder y plantea la pregunta: pero ¿quiénes son esas personas tan poderosas a las que la segunda categoría de lobistas prefiere dirigirse? El gesto se convierte en una sonrisa de satisfacción: "Los burócratas de la Comisión, por supuesto".
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