Con una orientación comercial menos directa que en otras ocasiones, Coca Cola ha puesto en marcha una campaña publicitaria cuyo objetivo no es otro que dar a conocer el interés de la multinacional de refrescos por el éxito de los acontecimientos que tendrán lugar en España durante el año 1992. La campaña, diseñada por McCann Erickson, supone una novedad en la estrategia de comunicación de la compañía, que intenta transmitir su vertiente emocional y humana y mostrarse como un servicio más en pro de la cultura.
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