Ni consiguió el rango de estreella ni su carrera fue todo lo prolífica que podría esperarse de una actriz de su categoría y de una mujer de su "sex appeal", pero en las 39 películas interpretadas, los cuatros films rodados para televisión y las dos mini series en las que intervino, dio prueba suficientes de su gran talento y más que interesante físico. Injustamente tratada por los magnates de los grandes estudios, cuestionada públicamente por su tumultuosa vida sentimental y rechazada a veces por sus compañeros de reparto por su fama de persona de difícil trato, fue nominada al Oscar en dos ocasiones, y lo consiguio en 1948 como mejor actriz de reparto por su espléndido trabajo en la producción de Metro Goldwyn Mayer, "The bad and the beautiful".
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