Mucho antes de que Marilyn Monroe o Jayne Mansfield se convirtieran en las rubias oficiales de Hollywood, Jean Harlow, otra rubia-platino en este caso- había merecido el título de "reina del sex-appeal", siguiendo el estilo que años antes había marcado Clara Bow, una damita que, al igual que ella, había dado sus primeros pasos profesionales durante el época del cine mudo. Fascinante, atractiva, arrolladora y de desbordante personalidad, supo conquistar a cuantos hombres se propuso porque, según sus propias palabras, " a ellos les gustaba por no llevar sostén y a las mujeres por no ser de ese tipo de chicas que suelen robar los maridos... Al menos durante algún tiempo". Toda un personalidad la rubia, descarada, malhablada y encantadora Jean Harlow, cuyo paso por la pantalla y por la vida fue injustamente corto.
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