Si una misma persona física o jurídica controla directa o indirectamente, ya sea por sí misma o mediante testaferros, varios clubes de fútbol que deben enfrentarse entre sí en una competición, ¿Se está falseando o no la liga de fútbol? Lo cierto es que, ante la aparente conveniencia de la Liga de Fútbol Profesional y el silencio cómplice del Consejo Superior de Deportes, la tan traída y llevada liga de las estrellas, con sus presupuestos cada vez más multimillonarios y con sus codiciados contratos de derechos de televisión como telón de fondo, está en manos en no pocas cosas de unas sociedades anónimas deportivas de las que se desconoce la auténtica composición accionarial y que, a través de la multipropiedad de clubes, pueden trucar en cualquier momento la competición, si no lo han hecho ya en algún caso
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