¿Somos animales? Aborto, identidad y una revisión del Future-of-Value Account

• Paez, Eze ^[1]
  1. [1] Universitat Pompeu Fabra

     Universitat Pompeu Fabra

     Barcelona, España

     
• Localización: Dilemata, ISSN-e 1989-7022, Nº. 18, 2015 (Ejemplar dedicado a: Cuando los sujetos se embarazan: Filosofía y Maternidad), págs. 243-258
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Are We Animals? Abortion, Identity and a Modified Future-of-Value Account
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• Resumen
  • español

    El Future-of-Value Account de Donald Marquis sobre la incorrección de matar proporciona uno de los argumentos más robustos contra la permisibilidad del aborto. De acuerdo con su argumento, tenemos razones muy fuertes contra el aborto cuando matar a un feto le priva de un futuro valioso. Puesto que Marquis asume que somos esencialmente animales humanos que empiezan a existir muy al inicio del embarazo, estas razones son aplicables muy poco tiempo después de la concepción. En este artículo sostengo que no tenemos por qué aceptar este premisa ontológica y que, en cambio, podemos suscribir una visión lockeana sobre lo que somos esencialmente. Mostraré cómo, entonces, es posible reformular el argumento de Marquis de modo que nos permita inferir que no es hasta tarde en el embarazo cuando el futuro valioso del feto nos puede dar razones en contra de matarlo.

  • English

    Donald Marquis’s Future-of-Value Account of the wrongness of killing provides one of the strongest arguments against the permissibility of abortion. According to his argument, we have very strong reasons against abortion when killing a foetus deprives it of a valuable future. Since Marquis assumes that we are essentially human animals who begin to exist very early in pregnancy, these reasons apply from a very short time after conception. In this article I will argue that we need not accept this ontological premise and that, instead, we may embrace a Lockean view about what we essentially are. I will show how, then, it is possible to reformulate Marquis’s argument in a way that allows us to infer that it is not until late in pregnancy that the foetus’s valuable future can give us reasons against killing it.