Colectada por el sabio prusiano Alexander von Humboldt a principios del siglo xix, esta hacha de piedra fue el primer artefacto de la cultura olmeca dado a conocer en una publicación de carácter científico. Su importancia en la historia de la arqueología es mayúscula debido a la enigmática inscripción que fue grabada en una de sus caras. Por desgracia, desde la Segunda Guerra Mundial se desconoce el paradero de esta pieza.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados