El fenómeno conocido como "combustión espontánea" es uno de los casos favoritos para los investigadores de lo paranormal, con todo lo que ello conlleva. Por eso sorprende que, en los años cuarenta del pasado siglo, el Instituto Geográfico y Catastral -embrión del moderno Instituto geográfico Nacional-, investigara científicamente los incendios inmotivados que asolaron el pueblo almeriense de Laroya. El resultado fue un libro de ciento noventa páginas, en una investigación dirigida por el ingeniero geógrafo José Cubillo Fluiters.
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