Desde una perspectiva evolucionista de la tecnología, no ha habido etapa de la historia en la que no se hayan producido innovaciones técnicas que, incorporadas a la organización y a la producción, han propiciado cambios sociales y alteraciones en la vida de las sociedades. Propio de nuestra época es, sin embargo, la búsqueda incesante de la innovación y la confianza en que ésta resuelve más problemas de los que crea. En consecuencia, existe en la actualidad una corriente universal que lleva a los gobiernos y a las empresas a considerar la innovación técnica como motor del crecimiento económico y, con él, la resolución de muchos de los conflictos que se habían ido generando en el mundo industrial.
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