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Resumen de Largo camino a la normalidad entre EE UU y Cuba

William M. LeoGrande

  • La de Raúl Castro y Barack Obama el 11 de abril de 2015 es la única fotografía del encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y Cuba desde 1959. Ahora viene lo difícil: hablar sobre el embargo, las indemnizaciones, Guantánamo, los presos y los exiliados.

    Terminada la guerra fría. Cuando por fin las relaciones comenzaron a entibiarse, corrieron ríos de iniciativas. El 17 de diciembre de 2014, Barack Obama y Raúl Castro hicieron historia al anunciar su intención de normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. En cuestión de semanas, altos cargos diplomáticos de ambos países acordaron negociar el restablecimiento de relaciones. Los grupos de trabajo comenzaron a desentrañar multitud de asuntos, desde la recuperación del servicio postal entre ambos países hasta la expansión de las conexiones aéreas, pasando por la cooperación en materia de derechos humanos.

    En abril Cuba ha asistido por primera vez a la Cumbre de las Américas; Obama y Castro se reunieron en privado durante más de una hora. Ha sido el primer encuentro cara a cara entre los presidentes de EE UU y de Cuba desde la revolución de 1959. Apenas tres días después de encontrarse con Castro, Obama anunció su decisión de sacar a Cuba del listado del departamento de Estado de países que auspician el terrorismo internacional. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas plenas parece inminente. Los acontecimientos se precipitaron gracias al cambio instigado por Obama en la tradicional política de aislamiento diplomático y bloqueo económico, diseñada para subvertir la revolución cubana. "Introduciremos en esta política los cambios más importantes de los últimos 50 años", declaró en el discurso que dirigió a la nación el 17 de diciembre. "Pondremos fin a la obsoleta postura que hemos mantenido durante décadas sin que haya servido para fomentar nuestros intereses. En su lugar, empezaremos a normalizar las relaciones entre nuestros dos países". La respuesta global al esperado anuncio fue extraordinariamente positiva. La Unión Europea dio pronto su beneplácito a la nueva postura, la cual sumaba a EE UU al proceso de acercamiento a Cuba emprendido ya por Europa. "Hoy ha empezado a caer otro muro", declaró Federica Mogherini, la alta representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, "este paso representa una victoria del diálogo sobre el enfrentamiento".

    En América Latina, donde la oposición a las políticas hostiles de EE UU es más pertinaz, las alabanzas al paso dado por Obama han sido tan unánimes como efusivas. La apertura hacia Cuba es un balón de oxígeno para la política estadounidense en el hemisferio americano - en horas bajas - y ha evitado indeseables conflictos en la reciente Cumbre de las Américas. En su discurso, Obama afirmó que el cambio en las relaciones con Cuba "llega en un momento de liderazgos renovados a lo largo y ancho del continente americano". De hecho, el cambio en las relaciones con Cuba ha hecho posible la renovación del liderazgo en el propio EE UU


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