Una generación nueva de niños nacida en el paisaje pluralista de la ciudad no tendrá éxito con las herramientas y servicios que se les proporcionan actualmente. La capacidad de la mayoría de los jóvenes de lograr oportunidades dentro del sistema de las ciudades "orientadas al futuro" está estancada. La pobreza perpetua, el acceso limitado, la poca experiencia, en conjunción con una "orientación dirigida al presente" crea una ruptura en la comunicación. Pero, aún queda esperanza ¿verdad?
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