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Resumen de Intervenciones enfermeras ante la nutrición parenteral domiciliaria

Joaquina Díaz Gómez, Isabel Calvo Viñuela, Mª Antonia Rico Hernández, Mercedes Armero Fuster

  • La nutrición parenteral en el domicilio (NPD) ha permitido con éxito el tratamiento en los pacientes que, de otra forma, hubieran precisado ingresos prolongados o repetidos para corregir sus alteraciones nutricionales.

    La indicación de la NPD será adecuada cuando el paciente presente una disfunción intestinal grave que se prevé prolongada, no puede mantener su estado nutricional exclusivamente con nutrición oral o enteral, si el tratamiento puede normalizar o, al menos, mejorar la situación nutricional y la capacidad funcional, y si existe suficiente apoyo social y familiar en el domicilio para llevarla a cabo, sin que llegue a ser una carga desproporcionada.

    Consensuada la decisión entre el equipo terapéutico y el paciente/familia de instaurar la NPD, es imprescindible una enseñanza y entrenamiento cuidadoso para lograr que el paciente y familia adquieran los conocimientos necesarios, y que realicen en el hospital cada uno de los cuidados que requiere la administración de la NP en el domicilio y así poder desarrollar las habilidades necesarias para prevenir, reconocer y resolver las posibles complicaciones.

    La enfermera de nutrición realiza la valoración continuada del estado nutricional, participa en la decisión del plan terapéutico, en la educación del paciente y familia y lleva a cabo el entrenamiento protocolizado.

    Durante todo el proceso, la coordinación entre las enfermeras de la unidad de nutrición con las de las áreas de hospitalización correspondiente, atención primaria, soporte domiciliario y hospitalización a domicilio es imprescindible para lograr una continuidad y eficiencia en los cuidados y mejorar la calidad de vida tanto del paciente, como del cuidador y familia.

    La enfermera de la unidad de nutrición coordina todo el proceso de educación y entrenamiento. La verificación del cumplimiento de los objetivos marcados se realiza con el apoyo de las enfermeras de hospitalización quienes llevarán a cabo un refuerzo continuo sobre el aprendizaje y adiestramiento. Entre ambas se marcará la progresión del proceso, según las habilidades adquiridas por el paciente y el cuidador.

    En estos momentos, no existe un marco legal para la práctica de la NPD en nuestro país, lo que dificulta la coordinación entre los distintos niveles asistenciales y entre las diferentes comunidades autónomas, en cuanto a responsabilidad, dispensación y seguimiento, así como tampoco existen protocolos de educación y entrenamiento consensuados.


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