Y esta especie humana que permanece y que aumenta, al tratar de satisfacer sus necesidades, se convierte en autora, promotora y actriz del cambio social. Es decir, ese hombre debido a su propia naturaleza ha creado, desarrollado, modificado y reemplazado técnicas, conocimientos, teorías, filosofías, ideologías, valores, recursos, culturas y aun sociedades. En esa búsqueda nació, por ejemplo la revolución industrial y así nacieron las organizaciones: como obras humanas cuyo fin era la satisfacción de dichas necesidades.
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