Mercados asiáticos (I): Taiwan, Japón y China

• Localización: ROC Máquina: Piedras naturales, maquinaria y equipos, ISSN 0214-0217, Nº. 80, 2003, págs. 39-47
• Idioma: español
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• Resumen

  • Asia constituye un gran mercado, en muchas ocasiones desconocido que ofrece importantes posibilidades a empresas exportadoras. Taiwan y Japón, países básicamente importadores y China, el gran coloso en expansión, son un buen ejemplo de la potencialidad de este continente.

    Taiwan Introducción El crecimiento de la economía taiwanesa, la progresiva liberalización del comercio exterior de cara a la reciente entrada en la OMC y la occidentalización de los gustos de los consumidores taiwaneses hacen de este mercado uno de los más atractivos de Asia.

    La continua construcción de nuevos proyectos y la progresiva recuperación del mercado inmobiliario de la grave crisis sufrida en los noventa tendrán un efecto positivo sobre las importaciones internacionales de piedra natural.

    No obstante, es importante señalar que China continental está fabricando granito de calidades similares a los importados pero a un precio muy inferior.

    Por otra parte, el mármol español tiene buena imagen entre los importadores taiwaneses siempre que sea de alta calidad.

    Japón En Japón se considera piedra de construcción a la piedra natural cortada o pulida y a la piedra pulverizada y mezcalda con cemento y resinas para fabricar piedra artificial.

    China Introducción La industria china de la piedra natural está experimentando un importante desarrollo desde la reforma y apertura del mercado.

    El crecimiento de la economía es uno de los principales factores que empuja el rápido desarrollo de este sector. Otros puntos importantes que explican este fenómeno son el aumento de la producción de piedra, el significativo incremento de las importaciones y exportaciones, el rápido desarrollo de la industria de la maquinaria para el procesamiento de la piedra, el desarrollo de canteras y la mejora del mercado de aplicaciones de la piedra.

    Asimismo, los proyectos de urbanización de las ciudades chinas son impresionantes y el crecimiento pasará del 30% del año 1999 al 45% esperado por el gobierno chino para el año 2020 y al 60% del 2050.

    Por ello, las autoridades han formulado una serie de políticas de preferencias para animar a otros países a invertir en China, incluyendo ventajas fiscales, fácil acceso al incremento de capital, una cómoda repatriación de fondos tras el pago de impuestos, etc.

    Otro de los objetivos del gobierno es mejorar el nivel de vida en las viviendas, por lo que hasta el año 2005 el estándar será el de poseer una vivienda de 22 m2 por persona y que ésta tenga los elementos básicos para alcanzar un nivel de vida digno.

    En definitiva, China es en la actualidad, un país plagado de rascacielos, de centrales eléctricas, de parques industriales y de un sinfín de nuevos proyectos de infraestructuras, que hacen que el aspecto y la calidad de vida del país se acerque al nivel Norteamérica o Europa. Además de ello, el advenimiento de los Juegos Olímpicos del año 2008 en Pekín hacen que las inversiones en infraestructuras se multipliquen y que aumenten las oportunidades de acercarse al mercado chino para los inversores extranjeros, que pueden llegar a beneficiarse de contratos multimillonarios.

    Todo esto conlleva, sin duda, el incremento de importaciones de materiales de construcción o de servicios de gran relevancia.

    Asimismo, el 3 de diciembre de 2002 Shanghai fue elegida como la ciudad en que se celebrará la Expo del 2010, con lo que las inversiones en China se multiplicarán y será un buen momento para que las empresas españolas piensen en introducirse dentro de este gran mercado.