Apenas faltan unos días para que el nuevo equipo que capitanea el PSOE desde el pasado mes de julio, con Pedro Sánchez a la cabeza, cruce la frontera de sus 100 primeros días de mandato. Una etapa frenética, con sus luces y sombras -algunas de ellas llamativas-, en la que no sólo han cambiado las formas, sino también casi todas las caras visiblesde un partido que ha decidido hacer tabla rasa del pasado. Así, el grupo parlamentario no sólo ha cambiado sus órganos de dirección, sino que está viviendo una auténtica revolución bajo forma de relevo generacional. La mayoría de las portavocías, portavocías adjuntas y representaciones en las comisiones parlamentarias han sido renovadas para dar entrada aun puñado de parlamentarios, en su mayoría jóvenes y, hasta ahora, poco conocidos, dispuestos a darle un nuevoa ire a la oposición socialista en el Parlamento.
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