Los contenidos multimedia conforman en la actualidad archivos de extensión casi inimaginable, pero tales contenidos pueden ser reutilizados para la creación de nuevos contenidos multimedia. Si las primeras filmotecas aparecieron en los años 1930s, también aparecieron entonces los primeros trabajos que utilizaron técnicas de found footage, aunque el término surgió casi medio siglo después. No hay un salto entre las películas de Joseph Cornell a mediados de la década de 1930 y los remontajes populares del fragmento de entrevista a Bruce Lee, (“Be water, my friend”), como puede verse en YouTube. Lo que hay es la continuidad de un proceso, o mejor aún, de una idea, que ha pasado de ser minoritaria a ser aceptada como algo normal por la mayoría de los usuarios.
Multimedia contents are now being comprised in files of an almost unimaginable extension, which can be endlessly reused to create new multimedia content, in a feedback process. The first film libraries appeared in the 1930s, together with the first works based on ‘found footage’ techniques, a term that appeared almost half a century later. There is not a process break between Joseph Cornell’s films in the mid 1930s, and the popular mashups of the interview fragment to Bruce Lee (“Be water, my friend”), as can be seen on YouTube. There is the continuity of a process, or more precisely, the continuity of an idea that changes from being accepted by a minority to be accepted as normal by the majority of users.
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