durante quince años el exiliado Segundo Serrano Poncela se mantuvo en contacto epistolar con Vicente Llorens y con Josep Ferrater Mora, compatriotas desterrados a los que les reveló su desasosiego existencial y a los que les confió sus avatares profesionales y sus inquietudes intelectuales. Con ellos comentó los artículos y los ensayos que escribió durante aquellos años, un tiempo que compatibilizó con la creación de sus primeros textos narrativos, obras de factura lenta sobre las que informó confidencialmente al filósofo barcelonés a principios de la década de los cincuenta.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados