Tanto Cervantes en la aventura climática en la que don Quijote reta a un león a riesgo de su vida, como Joyce, en el también climático episodio "Proteus" de Ulysses, utilizarán un parecido modus operandi al crear sendas contrafiguras de sus héroes como ejes de contrastes. Cervantes crea al Caballero del Verde Gabán quien, tras haber hipotecado su vida a la excesiva cordura, lleva una existencia reglamentada. James Joyce, por su parte, crea a Mr. Deasy, quien será el contraste necesario que realce y enriquezca el desarraigo, la desobediencia blakeana, y las percepciones de primera mano de Stephen Dedalus en la playa. Sin embargo, mientras que Cervantes reintegra al del Verde Gabán en la galería de personajes que conforman el itinerario de don Quijote, Stephen superará su contrafigura al transmutar las vacuas herencias espirituales en percepciones pre-artísticas.
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