Con la realización del presente trabajo pretendemos investigar sobre el rechazo social que las relaciones mantenidas entre parientes han tenido a lo largo de la Historia, haciendo una especial referencia a los matrimonios incestuosos y clandestinos contraídos desde la Roma clásica hasta el emperador Justiniano. En este sentido, demostraremos cómo el pueblo romano trató de limitar el ligamen mediante la instauración del divorcio, la mezcla de sangre cuando la viuda no respetaba el tiempo de luto exigido por el Derecho Romano y, en general, todas aquellas uniones entre familiares. Lo que nos llevará, en último término, a profundizar en otras restricciones al vínculo marital surgidas desde la etapa postclásica y con la llegada del Cristianismo al Imperio.
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