México
Partiendo de una definición amplia de la política como actividad mediante la cual se diseña y construye el sujeto social, y no solo como manejo o reducción del conflicto entre diferentes, este texto revisa la importancia del espacio dialógico donde se confrontan argumentativamente diversas concepciones y posiciones frente a una determinada situación. Por ello, parte de la premisa de que el ser humano, en tanto es social, tiene la capacidad de comunicarse. Con esto busca explicar y comprender las diversas formas mediante las cuales los hombres se relacionan entre sí (políticamente) a través de mediaciones o formas comunicacionales. Igualmente considera que los diferentes tipos de lenguaje (simbólico) están presentes y activos en la interacción social de los diversos actores y repercuten en distintas acciones sociales como formas de comunicación, con el objeto de construir acuerdos multilaterales. Finalmente, sostiene que no hay democracia sin diálogo y que la política es el arte de generar y mantener (mediante normas de conducta que promuevan la civilidad) el espacio donde puedan ser discutidas libre y abiertamente las cuestiones que afectan al interés público, con miras a lograr acuerdos, negociaciones y consensos, sin dejar de lado la dificultad que implica reconocer, respetar y comprender a los demás como interlocutores válidos.
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