La humanidad se encuentra -y sobre esto el acuerdo es unánime- en un estado deplorable. Ahora bien, no se trata de ninguna novedad. Si uno se atreve a mirar hacia atrás, se da cuenta de que siempre ha estado en una situación deplorable. El pasado fardo de desdichas y miserias que los seres humanos deben soportar, ya sea como individuos o como miembros de una sociedad organizada, es básicamente el resultado dl modo extremadamente improbable -y me atrevería a decir estúpido- como fue organizada la vida desde sus comienzos.
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