Esta comunicación expondrá los resultados del trabajo etnográfico con los que se (de)muestra el interés por parte de las administraciones públicas, en lo que podríamos llamar �producción institucional del desorden�. Con esta producción -simbólica pero también fáctica- del desorden, los gobiernos abonarían el terreno para futuras intervenciones urbanísticas y fiscalizadoras contra grandes capas de población y con especial acritud, sobre los grupos más descapitalizados. Como es imaginable, estas imágenes distorsionadas, pueden colaborar además, en que los responsables institucionales sobre la zona, elidan su responsabilidad a la hora de tratar aquellos habitantes como sujetos de pleno de derecho.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados