El mes de marzo de 1898 comenzaba con los peores augurios. El Congreso de Estados Unidos votaba un presupuesto extraordinario de 50 millones de dólares para prepararse para la guerra. Miles de voluntarios se enrolaban en sus Fuerzas Armadas, mientras la Comisión Investigadora norteamericana de la destrucción del "Maine" cada vez se autoconfirmaba más en la teoría de la "pérfida mina" detonada junto al casco del buque. En España, se rechazaba la venta de Cuba y muchos se burlaban tanto de los mambises como de los norteamericanos...El País caminaba ciegamente hacia el Desastre.
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