En comunicación política existe una notoria modalidad denominada "publicidad política". Aunque el término es impropio (de ahí las comillas que le asigno), lo cierto es que está claramente insertado en la jerga del sector. En realidad se trata de mensajes propagandísticos con estilos y formas típicamente publicitarias, incluido el pago de tiempo o espacio en los medios masivos, si bien hay países en los que el Estado ofrece esto gratuitamente en los medios públicos, caso de España. Y, para lo que interesa a este escrito, dicha "publicidad política" tiene un gran protagonismo en comunicación política, singularmente, aunque no de manera exclusiva, en períodos electorales.
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