Entorno al concepto de administración

• MONTOYA FERRER, JAIME ^[1]
  1. [1] Funcionaria encargada de las publicaciones periodicas en la biblioteca CDCH
• Localización: Páginas: Revista académica e institucional de la UCPR, ISSN-e 0121-1633, Nº. 3, 1984
• Idioma: español
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• Resumen

  • Es frecuente encontrar términos a los cuales el uso cotidiano o la costumbre, van modificando su verdadero significado. Se emplean para designar alguna de las partes que el término en su totalidad posee; o se habla de un todo desarticulado e inconexo con la realidad o con el objeto real que le otorga su contenido.

    La Administración es por excelencia un término abstracto; aunque frecuentemente es empleado para aludir a prácticas específicas y concretas, por ejemplo: Administración Pública, administración Empresarial, Administración Postal, etc. De ahí que podamos decir que el concepto Administración es redefinido por el adjetivo que lo califica. Pero aislado el término "administración", cada quien puede interpretarlo de acuerdo y con arreglo a su propia concepción o a sus intereses.

    Para algunos la acción a la que se alude con el término administración será:

    manejar, conducir, orientar una actividad en un sentido determinado, en otros la acción tendrá más similitud con el acto de ordenar en dos direcciones, primero orden de acuerdo a propiedades y en secuencias lógicas o correspondientes. Será por tanto un medio de organización, distribución de funciones para alcanzar unos fines específicos. Orden como acción de mando o autoridad en el cual la acción que recae sobre el objeto es de mando y autoridad, en este caso el término administración determina una .jerarquía de poder, una relación de autoridad que determina cómo debe comportarse el objeto u organismo sobre el cual recae su acción.

    Ahora bien, no sólo es abstracta la acción que trata de representar el término administración, sino que sus múltiples representaciones o significaciones se enmarcan en un contexto histórico y económico con una concepción ideológica determinada que le da al término una orientación o un nivel de significación preciso y de acuerdo o con arreglo a la ideología dominante. Cuál es la posición ideológica dominante implícita en el concepto administración? es decir, cuál es la intención, el sentido que se quiere obtener con la acción administrativa, entendida incluso como manejar, dirigir, autoridad, orden, etc. El concepto que domina a partir del desarrollo del capitalismo, cuando la economía empezara a sobresalir entre las ciencias sociales, cuando se polarizaban y manifestaban las grandes necesidades humanas, es el concepto del crecimiento económico. Por ende la satisfacción de esas necesidades dependía obviamente de Una mayor producción y un aumento progresivo de la capacidad económica general. Este concepto por múltiples razones, rápidamente encontró acogida. La administración por 10 tanto, fiel servidora de los principios económicos imperantes y moldeada por ellos se crea como acción para garantizar el crecimiento que debería materializarse en mayor volumen de producción, aumento de ventas, más productividad y eficiencia y como consecuencia más rentabilidad, más. Ganancia, más posibilidad de acumulación y competencia.

    Hablamos de administración para el crecimiento y no encontramos fácilmente argumentos para refutar este nivel de significación por lo que él encierra en sí mismo, sino por lo que oculta.

    La racionalidad en la función administrativa está determinada por el aumento o incremento de la ganancia, justificada por un aumento en la producción, dicho aumento en la cantidad global de bienes y servicios no puede, por su naturaleza) garantizar que la capacidad de consumo aumente para todos. El crecimiento económico que debía ser en consecuencia el que garantizará la abundancia y el bienestar para todos, lo que ha propiciado es que las necesidades crezcan más rápidamente de lo que podía satisfacerlas.

    Dentro de estos marcos estrechos, el pensamiento administrativo se dedica a encontrar fórmulas y recetas operativas que faciliten el crecimiento de las empresas, que garantice la tasa de acumulación, pero se olvida totalmente del efecto de distribución social del crecimiento.

    No se formula el para qué. El porqué y para quién de dicho crecimiento en la:

    actividad empresarial. La propuesta que puede formular la administración, por lo general, no supera los límites de la operación interna de la empresa y desconoce profundamente el ambiente económico, social y cultural en el cual se encuentra. Si las teorías del crecimiento son hoy fuertemente atacadas ya que por dicha vía no se ha logrado alcanzar el bienestar social en el sentido de satisfacción de las necesidades humanas más esenciales, si ante un inmenso arsenal y capacidad de producción encontramos gran desigualdad en la distribución y el consumo de hombres autómatas que han perdido toda posibilidad de trabajar por y con sus propios medios, cabría preguntarnos, ¿no debe también cambiar el criterio que domina el concepto de administración? ¿No se podría también pensar en una administración para el desarrollo que no descuide su compromiso fundamental, es decir con el hombre?