Evaluación de la hoja de seguimiento y valoración del progreso clínico de los estudiantes.

• Autores: Dorothy Bazzinotti Tolls, Nancy Carlson, Roger Wilson, Jack Richman
• Localización: Ciencias de la optometría: Revista trimestral de la Asociación de antiguos alumnos del Centro Boston de Optometría, ISSN 1133-7834, Nº. 33 ((CUARTO TRIMESTRE)), 2001, págs. 14-20
• Idioma: español
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• Resumen

  • Objetivo: la hoja de seguimiento y valoración del progreso clínico de los estudiantes fue introducida en 1996 por el "The New England College of Optometry". Este artículo sobre el estudio de los resulatados internos informa sobre la viabilidad del sistema de valoración clínica del estudiante analizando el éxito en la consecución de los objetivos establecidos. Basados en esta valoración, se proponen también modificaciones sobre el sistema de evaluación. Métodos: en 1998 se recogieron datos subjetivos tanto de los estudiantes como del profesorado mediante encuestas de satisfacción gradadas y las críticas. El análisis estadístico comparó el progreso de los estudiantes mediante este sistema y el sistema de valoración anterior. Se examinó además la consistencia entre los clínicos responsables de la valoración del estudiante, los diferentes centros donde los estudiantes eran asignados y los expedientes clínicos. Resultados: El rendimiento de los estudiantes fue consistente con el nuevo sistema de evaluación; sin embargo, persistió la variabilidad entre los evaluadores clínicos. Las encuestas de satisfacción indicaron que con este sistema se consiguieron muchos de los objetivos originales. La familiarización de los estudiantes y profesorado en el uso de este sistema fue clave para el buen éxito del mismo. Basados en datos de estudiante y profesorado se realizaron modificaciones en las matrices de rendimiento esperado y en las secciones de calificaciones de la tabla de rendimiento clínico conseguido. Conclusión: La hoja de seguimiento y valoración del progreso clínico de los estudiantes. Además, este método de evaluación puede adaptarse fácilmente a los niveles de competencia de entrada de profesión, tan cambiantes. Para asegurar la viabilidad de este sistema de evaluación, es crítico el reciclaje de los evaluadores clínicos así como la supervisión y análisis periódicos.