Históricamente los datos de salud siempre han presentado perfiles muy específicos que han caracterizado el modo en el que los distintos profesionales se enfrentan al reto de su gestión. La salud incorpora valores particularmente sensibles sea cual sea la óptica desde la que la consideremos. Así, desde el punto de vista del cliente, de la persona enferma, la información clínica posee un valor crucial. De la relación de confianza médico- paciente, de la sinceridad que debe caracterizar una anamnesis pueden depender decisiones de trascendencia vital. El paciente debe desnudar su alma ante el facultativo y habitualmente lo hace depositando en él todas sus esperanzas, compartiendo informaciones a veces vergonzantes, o sentidas como tales, y siempre delicadas por su trascendencia para la intimidad personal.
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