Dos factores fundamentales del actual crecimiento demográfico, su ralentización y el envejecimiento de la población, supondrán - y, de hecho, ya lo están haciendo - cambios y nuevos retos en muchos aspectos y para muchos agentes, entre otros las organizaciones empresariales y la gestión de sus recursos humanos. El concepto de "gestión preventiva de la edad- hace hincapié en las políticas de gestión destinadas a hacer frente a una nueva situación; la de una población activa envejecida y la necesidad de las empresas de buscar mecanismos y herramientas de gestión que maximicen el principal valor de su plantilla de más edad; la experiencia.
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