Las hiperplasias fibrosas irritativas se encuentran entre las alteraciones benignas del tejido blando intraoral más frecuentes, mientras que los verdaderos fibromas de crecimiento autónomo son más raros. A nivel clínico, se manifiestan como masas de tejido redondas a ovaladas, alargadas, con pedículo o de base ancha, que pueden ser duras o blandas. Suelen situarse en las zonas mucosas expuestas especialmente a irritaciones traumáticas (por ejemplo, en el plano vestibular, los bordes de la lengua o el vestíbulo oral en portadores de prótesis). Las hiperplasias fibrosas o los fibromas se pueden reconocer mediante la inspección y palpación cuidadosa de la mucosa intraoral. Las características clínicas restringen los diagnósticos diferenciales. El diagnóstico se basa en la histomorfología típica con tendencia a la queratinización del epitelio plano de recubrimiento y proliferación concentrada de estromas subepiteliales ricos en fibras de colágeno. La biopsia escisional con un bisturí o con el láser de CO2 constituye el tratamiento de elección y permite asegurar simultáneamente el diagnóstico mediante un examen histopatológico. La utilización del electrobisturí y de otros tipos de láser (diodos, Er:YAG, Nd:YAG, KPT) conlleva inconvenientes, y/o los métodos no disponen de suficiente documentación científica. Además, una parte del tratamiento reside en la eliminación de los factores irritantes y, sobre todo, en la prevención de recidivas.
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