En esta sentencia se trata la problemática de la transgresión del deber de fidelidad y de no concurrencia que la Ley de Sociedades de Capital exige a los altos cargos de una sociedad mercantil. En este caso, han quedado acreditadas las causas de extinción del contrato laboral, en un supuesto en el que el administrador pertenecía al Consejo de Administración de una sociedad competidora. Ambas sociedades actúan en el mercado de la publicidad y promoción, y su relación con el deporte es que una empresa está participada al 100% por BBVA, que encarga una serie de contratos de promoción en la República Popular China.
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