Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) están demostrando utilidad en el campo de la salud. En concreto, Internet ofrece un nuevo modo de dispensar tratamientos TCC (Anderson, 2009) y ha demostrado ser una intervención eficaz y de bajo coste para los trastornos de ansiedad y los trastornos del estado de ánimo (Botella, Hoffman & Moscovitch, 2004; Botella et al., 2010; Cuijpers & Schuurmans, 2007). Una ventaja fundamental de estos programas es que reducen el tiempo de contacto entre paciente y clínico, y además llegan a pacientes que no recibirían tratamiento de otro modo (Bauer, Golkaramnay & Kordy, 2005). Las revisiones sobre el tema indican que estos tratamientos son eficaces (p.ej., Anderson, 2008, 2009; Cuijpers, et al., 2008; Spek et al., 2007). En estos momentos, las guías clínicas NICE en Inglaterra apoyan la utilización de programas como "Beating the Blues" (Cavanagh et al., 2004; Proudfoot et al.,2004) y el programa "FearFighter" (Marks, Kenwright, McDonough, et al., 2003). En Australia el grupo de Andrews ha desarrollado programas basados en Internet para diversos trastornos psicológicos (Titov et al., 2008, 2011; Andrews et al., 2010) Los resultados obtenidos hasta el momento son consistentes y prometedores, aunque aún existen una serie de problemas que hay que resolver, especialmente por lo que se refiere a la cantidad de apoyo y de ayuda que es necesario que el clínico proporcione al paciente (¿qué cantidad y qué tipo de apoyo por parte del clínico se necesita para que el programa sea eficaz ?) y las tasas de abandonos, que son más altas en los tratamientos que utilizan Internet, que en los tradicionales "cara a cara" (Anderson, 2009) El objetivo de esta comunicación es presentar una revisión de los logros obtenidos en este campo y las posibles líneas futuras que resulta necesario abordar para seguir avanzando.
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