A sus 21 años se ha convertido, por obra y gracia de su belleza -profundos ojos azules, unos rasgos perfectos, un cuerpo diez y una gran simpatia- y la ayuda de los medios de comunicación, en la nueva musa de Francia y heredera de Bardot. Esta jovencita, que gana 16 millones de dólares al año, en parte gracias a su contrato mundial con la multinacional L´Oréal, acaba de debutar en el cine junto a Gérard Depardieu y Roberto Begnini en la película Asterix y Obelix contra el César.
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