Jesús Mora Molina, Guillermo Calvo Brenes
El agua es un elemento esencial no solo para la preservación de la vida, sino también para la conservación de la flora y fauna de la región. Su conservación y calidad están estrechamente vinculadas prácticamente a todas las actividades económicas y sociales en forma ineludible, así como a la salud de su población. A la Península de Osa se le reconoce como la zona biológica más rica de Mesoamérica.Alberga una diversidad del hábitat y riqueza biológica raramente encontrada en un área pequeña. Este exótico territorio no está exento de amenazas debido a la fragmentación y destrucción del hábitat, deforestación por la explotación de la madera y mal planeamiento en el uso de la tierra, extracción ilegal de recursos, entre ellos el oro y el crecimiento de la población en sus alrededores.El presente diagnóstico tuvo como objetivo definir la situación actual y los posibles riesgos de contaminación del recurso hídrico evaluada en varios ríos de la zona de Osa. Se muestrearon varios cuerpos de agua en la zona de Piedras Blancas que se encuentra cerca de Chacarita, así como Rincón, Puerto Jiménez y la Bahía Drake, estas últimas pertenecientes a la Península de Osa. La valoración de la calidad del agua se hizo utilizando el Índice de Clasificación Holandés.A pesar de las características de la zona, esta ya presenta una contaminación incipiente, dependiendo del sitio y el mes del muestreo. La contaminación en los ríos depende de la densidad poblacional; sin embargo, los alcances de la contaminación en cada zona dependerán del tipo de suelo, del desarrollo urbanístico y la cobertura boscosa. Típico ejemplo de esta variabilidad son los poblados de Puerto Jiménez, el de Piedras Blancas y el de la Bahía de Drake.
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