El uso de sustancias no prescritas durante los programas de tratamiento con agonistas opiáceos es un fenómeno contrastado en la práctica clínica diaria y avalado por numerosos estudios publicados nacional e internacionalmente. Entre estas sustancias, el uso de benzodiacepinas (BZDs) presenta una alta prevalencia y pueden ser utilizadas bien bajo prescripción médica o por decisión del propio usuario. En este artículo se realiza una revisión bibliográfica del estado de la cuestión y expone el procedimiento metodológico que se ha utilizado en un subestudio del ensayo clínico Programa Experimental de Prescripción eStupefacientes en Andalucía (PEPSA), llevado a cabo en Granada, sobre el consumo terapéutico y extraterapéutico de benzodiacepinas en pacientes adscritos a dicho programa.
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