Esta solemne sesión académica tiene un solo motivo, un solo fin; dar testimonio ante Ia sociedad y ante la comunidad universitaria de la labor de un hombre. Hace unos años ese hombre abrió un espacio en la sociedad, esto ya as un gran logro, pocos, muy pocos hombres, son capaces de abrir espacios. Crear en una sociedad un espacio, y si éste es de corte espiritual y universitario, es ya un logro mayor y ese hombre pudo abrir un espacio espiritual donde no existía; en el espacio inexistente plantó la semilla universitaria de una nueva Facultad de Medicina distinta a las presentes en la medio, con visión humanística: el médico debe conocer al hombre como un todo y, con visión Integradora: el médico no debe fragmentar el conocimiento del hombre
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados