Desde 1492 la ciudad de Granada sufrió un proceso de adaptación a las necesidades de los nuevos señores, proceso lento hasta 1500 debido a las capitulaciones. Tras el enfrentamiento de los arzobispos Talavera y Cisneros (Suberbiola Martínez 1985) la política integrativa del primero se cambia por una aculteración forzosa de la población mora. Esto junto con la presión demográfica de nuevos pobladores acelera los cambios. Se siguen los pasos de este proceso para los templos parroquiales. Al principio hay unas pocas mezquitas consagradas frente a unas 150-200 mezquitas. Erigiéndose las parroquias en 1501 estas se alojan también en mezquitas – siempre de dimensiones mayores. Entre 1520 aproximadamente y 1528 se comienza la construcción de 14 templos nuevos, reemplazando las mezquitas consagradas, gracias a que los efectos de la guerra así como del levantamiento mudéjar y las pérdidas fiscales debidas a la conversión de estos se paliaron insinuándolo el desarrollo de la renta de la seda. Un 50% de estas iglesias se construye con techo a dos aguas sobre arcos de diafragma, por el tipo de techumbre una solución económica. Armaduras de lazo (Nuere Matauco 1992) en este momento sólo hay en parroquias de feligresía rica (S. José, S. Miguel) o vinculado a la corona (iglesia de S. Juan de los Reyes, convento Sta. Isabel la Real). También se ha de considerar la intervención estética del maestro mayor Rodrigo Hernández pero estando él no hay más comienzos de construcción a partir de 1528, fecha que coincide con el pregón de dos ordenanzas gremiales, la de los carpinteros y de los albañiles respectivamente (15.05, 20.10). Ambos oficios delimitan las intervenciones por miembros del gremio opuesto. Parece ser que los carpinteros de lo blanco en el seno de su gremio y mediante el apoyo del ayuntamiento tratan de asegurar sus intereses. Se ha de pensar que por causas económicas y 2/3 de las iglesias parroquiales y estando en vía de construcción se deja el resto tal como está. Casi 10 años más tarde se vuelve a la construcción tras la muerte de Rodrigo Hernández y coincidiendo con un nuevo alza de la renta de la seda. Observamos un cambio tipológico, ya solamente se montan armaduras de lazo. Sobre todo dos grupos de la población están deservidos por estas parroquias, los moriscos y, sobre todo en la segunda fase, los miembros de la administración.
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