El Estado de bienestar responde a una idea de justicia social y humana. El pueblo es el capital de toda nación; invertir en la protección de las necesidades y promover la igualdad de oportunidades, miden la saiud y progreso de una sociedad. Las sociedades son cambiantes y plurales. El Estado debe responder eficazmente ante realidades que afectan gravemente a la igualdad de oportunidades. Así, las relativas al empleo de la mujer y la compatibilización con su condición de madre y cabeza del hogar familiar, que obliga a muchas de ellas a realizar un sobresfuerzo injusto, pero a otras, les ha llevado incluso a no contemplar su maternidad, lo que reporta grandes perjuicios para la sociedad y el sistema. La inmigración femenina destinada, sobre todo, al cuidado del hogar familiar, ha permitido a las mujeres una mejor integración profesional y mayor calidad de vida. Ahora bien, ¿cómo se reparte en la sociedad el peso de ese mayor coste para la familia?, y, ¿cómo protegemos a estas mujeres que se integran en nuestra sociedad desempeñando un papel tan decisivo para todos?
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