Dentro de unas semanas, concretamente el siete de agosto, celebraremos el bicentenario del restablecimiento de la Compañía de Jesús. El papa Pío VII por medio de la bula Sollicitudo omnium ecclesiarum (1814), haciéndose eco de la solicitud de todas las iglesias, del consentimiento casi universal del pueblo cristiano y de las necesidades del momento presente, la volvía a restablecer a todos los efectos. Sentía que los jesuitas como «remeros expertos» eran capaces de salvar la barca de la Iglesia del naufragio que por entonces estaba padeciendo. Un restablecimiento muy lejos de una mera restauración o de una mera reforma
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados