El mundo católico y mediterráneo ha sido un gran devoto de la reliquia sagrada, es decir, de la adoración de restos o testimonios directos que conectan al creyente con un mártir o un personaje santo. ¿Es esto fe o superstición?¿Estamos ante una actitud que raya la mitomanía o es sencillamente un ejemplo más de popularidad de una religión?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados