El diagnostico de un síndrome paraneoplásico es normalmente un diagnostico por exclusión. Requiere la presencia de un tumor diagnosticado, aunque a veces constituye la primera manifestación del mismo, y la ausencia de invasión local o por metástasis que justifique los síntomas propios del síndrome paraneoplásico. Los derrames malignos son colecciones liquidas que pueden aparecer en distintos espacios virtuales delimitados por serosas de la anatomía (pleura, peritoneo, pericardio�), como consecuencia de la acción directa del tumor o sus metástasis en la mayoría de los casos, o sin una relación aparente en otras ocasiones. Dejando a un lado las posibles etiologías benignas de los derrames, este trabajo se centra en la etiología maligna de los cuatro tipos más frecuentes de derrame maligno: derrame pleural, ascitis, derrame pericárdico y articular. Analiza sus manifestaciones clínicas, los métodos de diagnostico y las estrategias terapéuticas actuales.
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