Se podría pensar, que al arribar nuestros descubridores a América, hallaron solo tribus salvajes a las que se les engañaba cambiando su oro por trocitos de espejos y otras bagatelas. Nada más lejos, yaque cuando Francisco Pizarro llegó a Perú, no solo encontró un país rico en oro y fértiles tierras, sino que además se enfrentó a un imperio con una avanzada estructura social y un amplio bagaje científico y cultural.
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