Ángel del Valls, V. Sáenz, Alberto M. Arias, Julián Blasco Moreno
El talio (Tl) es un elemento extremadamente tóxico aunque poco estudiado en el medio marino y la información sobre niveles de Tl en organismos marinos con anterioridad al presente trabajo esprácticamente nula. Después del vertido minero de Aznalcóllar (abril de 1998) se produjo la entrada de elevados niveles de metales en el medio marino. La acidez del medio fue la responsable de los efectos contaminantes iniciales registrados en el río Guadiamar, el cual es un afluente del río Guadalquivir y está muy próximo a la mayor reserva natural de Europa (Doñana). En el seguimiento realizado de abril a septiembre de 1998 se utilizaron cuatro especies diferentes y se llevó a cabo un bioensayo de sedimento in situ para estudiar el proceso de bioacumulación. En este trabajo se presenta la primera evaluación ecotoxicológica del vertido minero en el río Guadalquivir y se hace referencia a un metal poco conocido como Tl. El Pb y Cd también fueron analizados en el test de sedimento in situ. Los resultados muestran bajos niveles de Tl en todos los organismos estudiados y ningún incremento en los niveles, que varían de 40 a 90 ng g-1, 80 a 210 ng g-1, 15 a 98 ng g-1 y 75 a 125 ng g-1 peso seco para Scrobicularia plana, Lizaramada, Crassostrea angulata y Uca tangeri, respectivamente. Los resultados para S. plana, C. angulatay U. tangeri corresponden al cuerpo completo, mientras que para L. ramada al músculo. Éstos son los primeros resultados de concentración de Tl medidos en organismos de estuario. El ensayo de toxicidad in situ confirma lo hallado en el seguimiento: estos organismos (C. angulata) no bioacumulan este metal. La secuencia en la bioacumulación de metales fue Cd > Pb > Tl. Ambos estudios, bioacumulación y toxicidad del sedimento, deberían continuarse durante los próximos años para poder evaluar realmente el efecto potencial del vertido minero sobre el ecosistema y el entorno socio-económico.
Thallium (Tl) is an extremely toxic but little-studied element in the marine environment and practically no information has been reported on the levels of Tl in marine organisms. After the Aznalcóllar mining spill (April 1998), high levels of metals were put into the environment. This acid-contaminated medium was responsible for the initial pollution effects measured in the Guadiamar River, which is an affluent of the Guadalquivir River and very close to the biggest natural reserve in Europe (Doñana). Four different species were used in the monitoring from April to September 1998 and a sediment field bioassay to check bioacumulation was performed. We present the first ecotoxicological evaluation of the mining spill in the Guadalquivir River, with reference to Tl, a little-known metal. Also, Pb and Cd data were compared to Tl during field sediment testing. Results show low levels of this metal in all of the organisms studied and they do not show any increase in the level of this metal, ranging from 40 to 90 ng g-1, 80 to 210 ng g-1, 15 to 98 ng g-1 and 75 to 125 whole body dry weight for Scrobiculariaplana, Liza ramada (muscle), Crassostrea angulata and Uca tangeri, respectively. These are the first field data of Tl concentration measured using estuarine organisms. Field sediment toxicity test results confirm those obtained during the monitoring: Tl is not bioaccumulated by the organisms (C. angulata) used in the test. The sequence in bioaccumulation of metals was Cd > Pb > Tl. Both studies, bioaccumulation and sediment toxicity, should be maintained during the next few years to really evaluate the potential effect of the mining spill on the ecosystem and society.
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