Introducción. Numerosos estudios han demostrado la eficacia y la seguridad de la toxina botulínica en dosis terapéuticas. Objetivo. Analizar los resultados obtenidos durante 12 años de utilización de la toxina botulínica de tipo A (TBA) para el tratamiento de la parálisis cerebral (PC) infantil. Pacientes y métodos. De 547 pacientes tratados, 515 presentaban PC, 464 con espasticidad, 46 con PC mixta y 5 con PC discinética con distonía focal. Resultados. La valoración global de la TBA es positiva, tanto por sus efectos beneficiosos como por su seguridad: el 18,5% de los pacientes presentó una mejoría leve en el tono, sin cambio en la función motriz, el 39% presentó una mejoría moderada, el 19% una mejoría marcada y el 5,6% una mejoría marcada y prolongada. Cuarenta y dos pacientes (8,15%) presentaron efectos secundarios, de los cuales la debilidad de las extremidades inferiores fue el más frecuente, presente en 21casos. Conclusiones. La TBA constituye una buena opción terapéutica para el tratamiento de niños con PC, no sólo para la afectación focal, sino también como tratamiento paliativo en niños con afectación difusa.
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