Después de ochenta años como empresa familiar, Hymsa dejó entrar en su accionariado a capital extranjero, en mayo de 1990, de la mano del gigante suizo de la comunicación Edipresse. Desde entonces, la editora ha puesto en marcha un proceso de modernización de sus cabeceras e instalaciones y prepara el lanzamiento de nuevos productos. El éxito de Clara y la consolidación de Lecturas son sus principales bazas en unos momentos en los que el volumen facturado por publicidad en la compañía han descendido un 12%. A pesar del descenso generalizado, Hymsa Edipresse tiene previsto mantener este año tanto su facturación publicitaria, en torno a los 2.100 millones de pesetas, como sus ingresos totales, cuya estimación supera los 7.000 millones.
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